Siempre me ha atraído el arte y la expresión creativa, y el diseño de interiores me ha permitido traducir esa pasión en la creación de espacios inspiradores y significativos. Lo que realmente me motiva es la capacidad de modelar entornos que influyen en cómo las personas se sienten, trabajan, se conectan y viven. Me encanta el desafío de combinar estética con función, haciendo que los espacios no solo sean hermosos sino también profundamente prácticos y adaptados a las personas que los utilizan. El diseño, para mí, es una forma de contar historias. Cada proyecto es una oportunidad para reflejar la personalidad, valores y estilo de vida del cliente, a la vez que aporto mi propio sentido de equilibrio, armonía y creatividad. Estoy especialmente inspirada por el proceso de convertir una idea abstracta en una experiencia tangible y habitable, desde el concepto y los bocetos, hasta los visuales en 3D y el espacio final que las personas realmente usan y disfrutan. Lo que me mantiene motivada es que cada proyecto es diferente. Siempre hay algo nuevo que aprender, nuevos problemas que resolver y nuevas formas de mejorar la vida diaria de alguien a través del diseño.

Me inspiro en muchas fuentes: personas, lugares, naturaleza, arte e incluso momentos cotidianos. Pero, sobre todo, me inspiran las personas y las historias detrás de cada proyecto. Comprender cómo vive, trabaja y qué valora alguien me da una base sólida para crear algo verdaderamente personal y significativo. Creo que el diseño debe reflejar el estilo de vida, los hábitos y las emociones del cliente, no solo las tendencias. Me encanta cada paso del proceso de diseño: desde la primera chispa de una idea y exploraciones visuales, hasta los detalles técnicos y la realización final. Cada proyecto trae un nuevo desafío y una oportunidad para pensar de manera diferente, explorar nuevos materiales y encontrar soluciones creativas que sean tanto funcionales como hermosas. La naturaleza también juega un papel importante en mi inspiración: sus colores, texturas y equilibrio me recuerdan constantemente lo poderosa que puede ser la simplicidad y la armonía. También me inspira la arquitectura, la fotografía e incluso las conversaciones con personas apasionadas por lo que hacen. Para mí, la inspiración está en todas partes, siempre que me mantenga curioso y abierto a nuevas experiencias. En última instancia, diseño con el objetivo de mejorar la vida cotidiana: crear espacios que no solo se vean bien, sino que también se sientan bien.

Mi proyecto de diseño de interiores ideal sería aquel en el que pueda estar involucrado desde el principio: comenzando por comprender las necesidades y el estilo de vida del cliente, creando un concepto sólido y siguiendo todas las fases de diseño y ejecución. Disfruto trabajar en proyectos que requieren un equilibrio entre estética y funcionalidad, especialmente cuando hay un propósito claro para el espacio, como oficinas, habitaciones de niños o áreas familiares multifuncionales. Me encanta cuando un proyecto me da la libertad de ser creativo, pero también incluye la colaboración con otros profesionales y el cliente, porque creo que las mejores soluciones surgen de ese intercambio. Idealmente, el proyecto me permitiría trabajar tanto en visualizaciones en 3D como en dibujos técnicos, y ser parte del proceso hasta la realización final. Lo que realmente me emociona es transformar un espacio para que no solo se vea hermoso, sino que también facilite y haga más agradable la vida cotidiana para las personas que lo utilizan.